24 de noviembre de 2024

Marta Martínez

 


Marta Martinez: Oriunda de Ramos Mejía. Participó en las siguientes Antologías: “El Libro de los Talleres” 2012 al 2018 y en “Sucedió Bajo La Luna” de Editorial Dunken.  “Tiempo Para Niños”, “Tiempos de Chocolate y Rosas”, “Tiempos de Luna Naranja”. Del 2019 al 2022 colaboró en la coordinación del taller Letras y Sueños poesía. Participó en Autores de La Matanza de la “Antología de poemas y relatos” de la 2ª a la 10ª” edición. Y desde el 2009 participa en la Feria del Libro de La Matanza.

 

Retazos

 

Tienes 6 años, cursas el primer grado. Vives en un pueblo chico, donde todos se conocen. Tanto, que, aun siendo pequeña, tu madre te envía con un papelito hecho un rollo, con el dinero adentro; donde dice lo que debes traer del almacén. Allí te atiende un hombre que te parece enorme con el pelo rojizo y mejillas coloradas.

¡Hola linda! –Dice- mientras con dos dedos de su manota toma tu cachete y lo aprieta en forma de saludo. ¿Cómo están tus papás?

Bien respondes a punto de llorar del dolor.

Luego te olvidas del almacenero, y te alegras, cuando tu madre te ata con un moño gigante el delantal blanco impecable y te peina para ir a la escuela. Como tienes el pelo largo, te trenza con una cinta llena de florcitas pequeñas de todos los colores.

Eso te gusta. Te gusta el camino que recorres hasta llegar a la escuela. Te encanta cruzar ése campo lleno de flores, que nadie te impide cortar. Crecen solas junto a los tréboles y son tan libres como el viento. Eliges las violetas son tus preferidas para el ramo que luego le entregarás a la maestra.

La señorita recibe las flores con una sonrisa.

¡Hay Martu, Martu! Es hermoso el ramo, pero debes llegar a horario.

Pero bien vale la pena retrasarse en ése campo poblado de duendes y flores. ¡Pero de repente cuando menos lo esperas lo ves a él! Ahí está orgulloso de que lo hayas encontrado escondido entre tantos.

Es el trébol de cuatro hojas, verde con manchitas más claras que luego guardas como tesoro en las páginas de tu cuaderno, para orgullosa mostrárselo a tus compañeras.

Y ahí está tu madre esperándote con la merienda cuando llegas cansada de la escuela. Siempre con el delantal que cubre su vestido. Es un delantal multiuso. Le sirve para no ensuciarse cuando cocina, se lo levanta formando un hueco tipo canasta cuando recoge los huevos del gallinero, o cuando junta de la huerta unos tomates aquí, un morrón allí y todo lo necesario para la comida del día. El delantal es único para tu madre, de mucha utilidad. Solo se lo saca si viene visita o tiene que salir.

Retazos por aquí, retazos por allá. Son retazos de vida.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario